Por fin han llegado las vacaciones de verano, todos hemos planeado a lo largo del año qué planes queremos realizar durante esta época y aquello que vamos a meter en nuestras maletas. Sin embargo, solo nos acordamos del botiquín cuando tenemos un accidente o un inconveniente que puede arruinar nuestras vacaciones planificadas. Es por eso que La Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP) ha hecho un listado que debemos tener en cuenta, puesto que si vamos a la playa, a la sierra, al monte o hacer un viaje al extranjero, esto es lo que deberíamos poner en nuestro botiquín de viaje para estas vacaciones:

  1. Material de curas: tiritas, esparadrapo, gasas, suero fisiológico y un antiséptico para curar heridas, cortes y rozaduras (alcohol, agua oxigenada, povidona, etc.) Recuerda que es importante saber utilizarlo adecuadamente en cada caso.
  2. Protector solar: aunque el destino no sea la playa, en verano se produce mayor exposición al sol y es importante el uso de fotoprotectores que bloqueen los rayos UVA y los UVB, se recomienda que su factor de protección sea superior a 30 SPF y que sea resistente al agua para que sea mayor su duración en la piel y no sea necesario una constante reaplicación.
  3. Gotas oculares: al igual que la piel, los ojos sufren debido a las largas exposiciones al sol, al cloro y al agua del mar. Nuestro botiquín debería de tener para evitar el enrojecimiento y el picor de los ojos un colirio o un suero fisiológico, aunque su efecto hidratante es más corto.
  4. Repelente de insectos: Si viajas a un país extranjero o a un lugar caluroso con mucha humedad, la malaria el dengue o el mosquito tigre pueden producir patologías graves que se pueden prevenir con el uso de repelentes homologados. Se recomienda en loción por su alta concentración y por su mayor resistencia al agua y a los roces y aplicarlo con frecuencia según los hábitos del insecto amenazante. Por ejemplo: en el caso de la malaria durante la noche y las horas de menos luz.
  5. Antihistamínicos: aunque no sea temporada de alergias, en verano se desarrollan mucho más las alergias al polvo y a los ácaros y nos puede ayudar en caso de picaduras de insectos o de medusas para bajar la inflamación y el picor relacionado. Además, en algunos casos si se sigue el tratamiento en un periodo corto de tiempo, podemos reducir completamente los síntomas.
  6. Termómetro digital.
  7. Antiácidos y antidiarreicos: Cuando viajamos, nuestro cuerpo no está acostumbrado a comidas copiosas y alimentos del que desconocemos la calidad del agua y los alimentos. Así que es recomendable llevarlo para evitar ardor de estómago y/o deshidratación es recomendable llevar un poco de suero.
  8. Antipiréticos y analgésicos: dos fármacos básicos que sirven para tratar la fiebre  el dolor ocasional.
  9. Antieméticos: estos fármacos ayudan a prevenir los síntomas de mareos y nauseas a la hora de viajar, en especial en viajes largos y en barcos.
  10. Clorhexidina: un colutorio o enjuague bucal de acción bactericida puede ayudarnos a prevenir infecciones bucales que tienden a ser más dolorosas en esta época debido al calor, además de llevar una correcta higiene bucal.

Igualmente, no debemos de olvidarnos de nuestra medicación habitual como la píldora anticonceptiva, medicamentos contra la diabetes, inhaladores para el asma, antidepresivos, etc.

En último lugar, si su destino de tu requiere algún tipo de vacuna, puede consultar online las necesidades de vacunación a través de los Servicios de Vacunación Internacional del Ministerio de Sanidad.